Fundamentos de la Tecnología Educativa

La Tecnología proviene de las palabras griegas téchne (arte, destreza), es la raíz común de las palabras técnica y tecnología, así como del sufijo logía del griego logos (conocimiento o estudio)

La evolución de la tecnología del siglo XX e inicio del siglo XXI ha dado nacimiento a diversos saberes, pero también ha hecho evolucionar a los conocidos hasta entonces, así pues, no puede considerarse en la actualidad a las tecnologías de la información y la comunicación como simples herramientas o instrumentos a utilizarse para maquilar información. En materia de educación la tecnología ha evolucionado de tal manera que ha llegado al punto de dejar ser un medio para el proceso, convirtiéndose en el proceso mismo.

“Como todo proceso de creación requiere de una buena planificación, conducción y evaluación de las herramientas que se están utilizando” (Acuña y Romo, 2008). La tecnología es una definición mucho más amplia que incluye todos los conocimientos, las habilidades y los procedimientos para la fabricación, el uso y la ejecución de cosas útiles.

Los elementos básicos que se identifican en la fundamentación epistemológica de tecnología: el hacer y el saber, aunque lo que especialmente interesa, es el análisis de las posibilidades y limitaciones que ofrece el actuar tecnológico en la toma de decisiones (Sarramona, 1990)

Las características epistemológicas que le son propias:

·     -Racionalidad. Las decisiones de actuación han de tener justificación razonada.

·     -Sistemático. Los elementos que intervienen en el proceso son contemplados en sí mismos y en relación con los demás.

·      -Planificación. La tecnología demanda un proceso anticipatorio del actuar mismo. Es lo que conocemos como planificación, con lo cual se pretende evitar sorpresas previsibles con los conocimientos de que se dispone.

·   -Control. La actuación tecnológica, fruto de la planificación, previa hay que llevarla a la práctica según las directrices previstas, en tanto se mantengan las condiciones que fundamentaron las decisiones iniciales.

·     -Eficacia. El actuar tecnológico pretende garantizar el logro de los propósitos fijados.

·    -Optimización. Incluye tanto la eficiencia, puesto que supone lograr las metas rentabilizando al máximo los recursos y elementos que intervienen, como la progresión dinámica hacia las metas propuestas.

Estas características epistemológicas definen a la tecnología como un tipo de saber aplicado a través del hacer, que proporciona reglas de acción, de carácter normativo, a diferencia de la ciencia, de carácter especulativo descriptivo, donde el conocimiento es el mediador para solucionar los problemas, la humanidad fue capaz de transformar la generación de energía, de incrementar su poder sobre la naturaleza y condiciones de su propia existencia.

La tecnología definida como el proceso que permite diseñar herramientas y máquinas para controlar el ambiente material y aumentar la comprensión del entorno tiene una perspectiva interpretativa en el concepto-marco de las revoluciones industriales; caracterizadas por la capacidad de generar y distribuir energía a través de instrumentos fabricados por el ser humano, sin depender del entorno natural. La primera revolución industrial, no se basó en la ciencia, contó con un amplio uso de la información, aplicando y desarrollando el conocimiento ya existente ( Castells, 2006), la segunda revolución industrial, se caracterizó por el papel decisivo de la ciencia para fomentar la innovación, lo característico de la tercera revolución tecnológica es que se apoya tanto en las máquinas como en el software. Es decir, no son sólo herramientas que aplicar, sino procesos que desarrollar.

Por primera vez en la historia de las revoluciones tecnológicas, la mente humana es una fuerza productiva directa, no solo un elemento decisivo del sistema de producción. Sin embargo la tradición ingenieril analiza la tecnología como algo dado y la comprensión de la forma tecnológica de existir en el mundo como paradigma para comprender otros tipos de acción y pensamiento, y la tradición humanística entiende la tecnología como un fruto de algo diferente y más básico (del pensamiento, de la creatividad, del acaecer impersonal del ser) que se relaciona con los cambios de la cultura y la historia humana.

Desde una perspectiva social y humanística define la tecnología como “un proceso humano que forma parte de la cultura y como elemento cultural vinculado a determinado valores, que plantea determinadas relaciones del hombre con la naturaleza y entre las propias personas” (García 2003), y “la tecnología no como instrumentos técnicos sino como instrumentos culturales, de la mente y formativos, al trasladarse al campo educativo podría tener un gran auge en el proceso de enseñanza y aprendizaje” (Cabero 2004)

Si se traslada el análisis del concepto tecnología al campo político educativo, particularmente con la definición que brinda la UNESCO como un sistema de conocimientos técnicos, conocimiento sistemático de las artes prácticas o industriales; que incluye una serie de técnicas (se realiza a través de ellas), además incluye técnicas empíricas, conocimiento tradicional, artesanía, habilidades, destrezas, procedimientos y experiencias que no están basados en la ciencia.

Es muy complejo para los docentes asumir este planteamiento en el proceso de enseñanza aprendizaje, ya que muestra una tecnología determinada tanto por las relaciones técnicas de producción como las relaciones sociales de producción, dentro de una formación social determinada; el concepto tecnología manifiesta cambios en el campo educativo “se debe a la falta de separación de dos aspectos: uno relacionado con la tecnología como objeto de estudio (educación tecnológica) y el otro, como un recurso utilizado para el desarrollo de la tarea educativa (tecnología educativa)” (Cukierman y Virgil (2010).

Entre ambos enfoques existe una separación que va más allá de la incorporación de los instrumentos derivados de la tecnología a las aulas como recursos didácticos, prevalece la necesidad de adquirir competencias tecnológicas y pedagógicas para desenvolverse en forma autónoma y crítica en esta nueva realidad